¿Quieres saber si tu hijo sufre acoso escolar, maltrato o bullying?
- ¿Qué es el acoso escolar o bullying?
- Tipos de acoso escolar
- ¿Cómo prevenir el acoso escolar y el ciberacoso?
- ¿Cómo saber si tu hijo/a sufre bullying o acoso escolar?
- ¿Y si es víctima de ciberbullying?
- ¿Qué pasa si descubro que es mi hijo el que acosa a otros?
- Mitos del acoso escolar
- Novakid contra el bullying
- Detectar a tiempo es clave: cambios en el comportamiento, aislamiento o miedo a ir al colegio pueden ser señales tempranas de que un niño sufre acoso escolar.
- Comunicación constante con sus hijos: hablar a diario con ellos en un ambiente de confianza ayuda a que se abran y cuenten lo que viven en su entorno escolar.
- Actuar con apoyo profesional y escolar: frente a una situación de bullying, es fundamental trabajar con psicólogos y coordinar acciones con el colegio para frenar el acoso.
Aunque el acoso escolar puede comenzar en los primeros años de la escuela, normalmente alcanza su punto álgido en Primaria y Secundaria. Este fenómeno, tristemente conocido en Colombia, está estrechamente relacionado con los procesos psicológicos que tienen lugar cuando un niño se convierte en adolescente.
En esta etapa es crucial para los niños ser aceptados, tener un sentido de pertenencia a un determinado grupo y hacer amigos.
“A esta edad, los niños detectan fácilmente las diferencias y los rasgos que no se ajustan a la norma aceptada, por lo que el acoso suele afectar a los niños que son diferentes de los demás”, explica Anna Gupta, psicóloga y especialista en desarrollo docente de Novakid.
El acoso empieza entre dos personas y sus consecuencias se van extendiendo hasta alcanzar a toda la comunidad. Por eso, aunque a cada persona pueda afectarle de una manera diferente, a la larga toda la sociedad sufre las consecuencias.
Entender qué es el acoso escolar o bullying es clave para poder ponerle fin.
¿Qué es el acoso escolar o bullying?
Según Unicef, el acoso escolar o bullying es una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un estudiante contra otro. Es una acción negativa, continua e intencionada que crea una relación de dominio y sumisión.
La variante del acoso que se produce a través de internet (plataformas virtuales, mensajes de texto, chats, redes sociales…) es el ciberacoso o ciberbullying que presenta unas características particulares: los contenidos se hacen virales y permanecen; los agresores pueden tener sensación de anonimato y un falso sentimiento de impunidad, y las consecuencias en las víctimas son más difíciles de evaluar.
Tipos de acoso escolar
Hay diferentes tipos de acoso escolar:
Verbal
Incluye burlas, insultos, apodos ofensivos y comentarios que buscan humillar o hacer sentir mal a otra persona. Aunque a veces puede parecer algo “inofensivo” o “de juego”, este tipo de acoso puede llegar a afectar profundamente la autoestima y el bienestar emocional, especialmente si se repite con frecuencia.
Físico
Este tipo de acoso implica agresiones directas que pueden causar daño al cuerpo de la persona o afectar sus pertenencias. Quienes lo ejercen, por lo general, son más grandes o fuertes que sus compañeros, y suelen mostrarse más agresivos. El acoso físico incluye acciones como empujones, golpes, patadas o cachetadas.
Social
Suele ir dirigido a golpear la reputación del niño. Suele ser más difícil de reconocer porque suele ocurrir a espaldas del acosado y cuando los adultos están fuera de escena. El objetivo del acoso social es dañar la reputación de alguien y causar humillación.
Por lo general, “el objetivo del acoso es tomar el control de otra persona. Si el acosador no consigue este objetivo mediante el abuso verbal, puede convertirse en agresión física”, añade Adrienne Landry, directora de contenido educativo en Novakid.
¿Cómo prevenir el acoso escolar y el ciberacoso?
Lo más importante es hablar con los niños sobre el acoso escolar.
“Es crucial asegurarse de que los niños entienden que el acoso es inaceptable, y que saben cómo obtener ayuda si se enfrentan a este problema”, dice Gupta.
También es esencial estar abierto a la comunicación y participar en la vida de los niños, conocer a sus amigos y preguntar por sus preocupaciones. El ejemplo personal es siempre la mejor manera de mostrar la importancia de tratar a los demás con amabilidad y respeto.
Además, es imprescindible también apoyar los intereses y aficiones de los niños para que generen confianza en sí mismos y, por ende, estén menos expuestos a comportamientos de acoso. No olvides revisar de vez en cuando sus redes sociales, si tienes, para evitar que sufra una situación de ciberacoso.
Interviene quien acosa y quien sufre el acoso, pero también quien lo ve y quien lo consiente; quien siendo testigo actúa, o no actúa. Intervienen los amigos, los padres y madres, los profesores… En realidad, en el acoso intervienen todos.

¿Cómo saber si tu hijo/a sufre bullying o acoso escolar?
A continuación, te contamos algunos síntomas que deberían hacer saltar las alarmas, pero cada niño es de una forma y puede mostrar de formas muy diferentes que está sufriendo acoso escolar:
Depresión
Puede notarse que ya no quiere participar en actividades con su grupo, que se aísla o que sus compañeros se burlan de él o ella, con miradas, risas o comentarios a escondidas.
Autoestima disminuida
Es posible que el niño o la niña empiece a mostrar baja autoestima, sentimientos de culpa o inseguridad. También puede dejar de reunirse con sus amigos o evitar estar solo(a), buscando constantemente la compañía de personas adultas para sentirse protegido(a).
Pesadillas y dificultades para conciliar el sueño
Dificultad para dormir o pesadillas frecuentes por lo que vive en su día a día en la escuela.
Comienza a saltarse algunas comidas
Pueden presentarse cambios en sus hábitos alimentarios, como dejar de comer en ciertos momentos del día o, por el contrario, comer en exceso. Es posible que llegue del colegio con mucha hambre porque no almorzó, o que evite completamente las comidas sin razón aparente.
No querer ir a la escuela
Puede que empiece a inventar excusas para no asistir, como decir que se siente enfermo o que no le gusta la clase. También es común que baje su rendimiento académico o que ya no muestre interés por actividades escolares que antes disfrutaba.
Moretones o rasguños frecuentes
Es importante prestar atención a lesiones que no logra explicar con claridad. Estas pueden ser causadas por otros niños o, en algunos casos, por él o ella misma, como resultado del estrés o la ansiedad.
Dolores de cabeza o estómago
Si su hijo o hija se queja con frecuencia de malestares físicos como dolor de cabeza, estómago o náuseas, especialmente antes de ir al colegio, puede ser una señal de que algo no anda bien emocionalmente.
¿Y si es víctima de ciberbullying?
Cuando se trata de ciberacoso, muchas veces el niño o la niña se siente solo, sin respaldo en redes sociales o chats, y termina siendo blanco de burlas organizadas dentro de los grupos. Es común que otros niños hagan alianzas para excluirlo, ridiculizarlo o atacar de forma constante desde el anonimato o a través de pantallas.
Dependiendo de su personalidad, la reacción puede variar:
- Pasiva: Si es un niño tímido, con pocas habilidades para comunicarse y que tiende a estar solo, puede que se aísle aún más y se aleje de sus amistades.
- Provocadora: Algunos niños responden con comportamientos desafiantes, irritando o provocando a sus compañeros como forma de defensa.
- Acosadora: En ciertos casos, la víctima también puede ejercer acoso hacia otros niños más vulnerables, como una forma de canalizar el maltrato que recibe.
Si ya se confirmó que su hijo o hija está siendo víctima de acoso, lo más importante es mantener la calma, escucharle con atención y brindarle apoyo sin juzgarlo ni presionarlo. No intente buscar culpables ni explicaciones en ese momento; lo esencial es que el niño o la niña sienta que no está solo y que cuenta con usted.
“El objetivo de los padres debe ser hacerle entender a su hijo que no tiene la culpa de lo que está viviendo, y contactar al docente o director de grupo para exponer la situación y acordar los pasos a seguir”, explica la especialista Landry.
A continuación, le compartimos algunos consejos prácticos que puede transmitirle a su hijo si le cuenta que está siendo acosado:
- Evite enfrentarse solo al agresor: Es mejor mantenerse alejado y, si es posible, no quedarse a solas con esa persona. Trate de estar cerca de otros compañeros o adultos cuando el acosador esté cerca.
- Es normal tener miedo: Sentirse asustado es totalmente válido. Lo importante es que su hijo o hija sepa que debe acudir a un adulto de confianza tan pronto como algo ocurra. Hablar de lo que le pasa es el primer paso para resolverlo.
- Confíe en su familia: Saber que cuenta con el respaldo incondicional de su familia puede darle al niño la fuerza emocional necesaria para sobrellevar lo que está viviendo.
- Usted no es el culpable: Aclárele a su hijo que ser víctima de acoso no tiene nada que ver con lo que él es o hace. Comprender esto es clave para recuperar la autoestima y tomar acciones efectivas.
¿Qué pasa si descubro que es mi hijo el que acosa a otros?
El agresor es quien ejerce el acoso. Por lo general, actúa de manera impulsiva, necesita sentirse superior dentro del grupo y busca constantemente aprobación o reconocimiento. Aunque parezca seguro de sí mismo, muchas veces se trata de un niño o niña con inseguridades que no sabe cómo canalizar sus emociones.
Suele construir relaciones en las que excluye o menosprecia a otros. Manipula, se muestra agresivo y tiene poca tolerancia a la frustración. En el caso del ciberacoso, el agresor puede comportarse con normalidad en el día a día, pero en redes sociales muestra una faceta violenta o burlona, aprovechando el anonimato y el respaldo que muchas veces recibe en ese entorno.
Si usted sospecha o sabe que su hijo o hija está ejerciendo acoso, lo más importante es no juzgarlo, sino abrir un espacio de diálogo sincero para entender lo que está pasando.
¿Qué puede hacer en casa?
- No lo presione ni lo enfrente de forma agresiva. Escuche con calma. Trate de comprender sus motivaciones, sin justificar su comportamiento.
- Hable con él sobre la empatía. Póngase en los zapatos de la víctima: ¿cómo se sentiría si a él o a ella le hicieran lo mismo?
- Fomente el respeto en casa. Los niños que acosan muchas veces reproducen lo que viven: revise si en su entorno hay situaciones de intimidación por parte de adultos.
- Hable abiertamente de emociones. Ayúdele a identificar lo que siente y cómo manejarlo sin hacerle daño a otros.
- Enséñele con el ejemplo. Ser amable, respetar las diferencias y tratar bien a los demás es algo que se aprende primero en el hogar.
Como afirman las especialistas Landry y Gupta:
“Si desarrollamos la empatía en un niño desde edades tempranas, es muy difícil que acose o trate mal a un compañero de clase”.
Hable con su hijo o hija sobre la importancia de tratar a los demás como nos gustaría ser tratados. Promover la empatía y el respeto desde casa es una de las herramientas más poderosas para prevenir el acoso escolar.
Mitos del acoso escolar
En el ámbito del bullying o acoso escolar, es crucial desmentir ciertos mitos arraigados que pueden perpetuar la problemática. Uno de estos mitos es la creencia de que el acoso entre menores es algo normal y que no requiere atención. La realidad es que el bullying nunca debe considerarse normal o aceptable en ninguna etapa de la vida; ignorar esta situación suele empeorar, ya que no detiene la intimidación.
Otro mito común es la idea de que está justificado pegar a alguien que está acosando, con la esperanza de que así pare. Sin embargo, la realidad es que responder con violencia puede exacerbar el problema, en lugar de resolverlo. Aunque es comprensible que la persona acosada pueda sentirse tentada a defenderse, la violencia no es la solución.
Asimismo, existe el mito de que el acoso escolar solo ocurre dentro de las instalaciones escolares. Aunque es cierto que la mayoría de los casos se dan durante el horario escolar, el acoso puede manifestarse en otros entornos, como el transporte escolar o las actividades extracurriculares. Esta realidad resalta la importancia de abordar el problema de manera integral, no limitándose únicamente al ámbito escolar.
Desmitificar las creencias erróneas sobre el bullying y el acoso escolar es fundamental para abordar eficazmente esta problemática. Según la UNESCO, el bullying podría afectar a uno de cada tres estudiantes en todo el mundo, con consecuencias que pueden perdurar en el largo plazo limitando así las oportunidades educativas y laborales futuras, lo que subraya la urgencia de tomar medidas concretas para prevenirlo y combatirlo.
Es crucial comprender que el acoso no es un rito de paso ni una parte inevitable de la niñez o la adolescencia. Todos los miembros de la comunidad escolar, desde estudiantes hasta educadores y padres, deben trabajar juntos para crear un entorno seguro y respetuoso donde el bullying no tenga cabida.
Novakid contra el bullying
El bullying es cada vez más frecuente entre niños y adolescentes. Desde Novakid queremos con este artículo ayudar a las familias a prevenir el acoso escolar, saber identificarlo y, sobre todo, prevenirlo.
Si quieres estar al día en la educación de tu hijo/a no te pierdas las próximas entradas de nuestro blog.
Si gracias