Mi hijo llora en el colegio: consejos prácticos para calmar sus nervios
- ¿Por qué llora mi hijo al ir al colegio?
- Factores que afectan la adaptación escolar
- Estrategias para calmar a su hijo
- Preparación previa al inicio del curso
- Manejo de las despedidas
- Comunicación con profesores y escuela
- Cuándo buscar ayuda profesional
- 10 consejos adicionales para padres
- Resumen
- El llanto infantil al ir al colegio es común y puede ser causado por ansiedad por separación y falta de habilidades emocionales.
- Mantener una actitud positiva y establecer una rutina facilita la adaptación del niño al entorno escolar.
- Los objetos transicionales pueden ofrecer consuelo y seguridad a los niños durante la separación de sus padres.
Si su hijo llora en el colegio, no está solo. En Colombia es habitual ver este tipo de escenas entre los más pequeños. Este artículo de Novakid explica por qué ocurre y le ofrece estrategias prácticas para ayudarlo a adaptarse mejor. Recuerda que, si su hijo llora en el colegio, es importante entender sus emociones y brindarle el apoyo necesario. Si en algún momento se pregunta: «¿por qué mi hijo llora en el colegio?» No dude en buscar ayuda profesional.
¿Por qué llora mi hijo al ir al colegio?
El llanto infantil al ir al colegio es más común de lo que pensamos y, generalmente, se debe a la ansiedad por separación, el miedo a lo desconocido y la falta de habilidades emocionales para expresar lo que sienten. Muchos niños desarrollan un apego fuerte a sus padres, lo que puede dificultar su adaptación al colegio, ya que se sienten menos seguros al separarse. Esta inseguridad se agrava cuando los niños no tienen experiencias previas en entornos sociales, lo que puede aumentar su ansiedad, estrés y preocupación al enfrentarse a la escolarización.
Durante las primeras semanas de escolarización, es natural que muchos niños lloren debido a la transición a un entorno desconocido. Los niños más pequeños son más propensos a experimentar angustia por separación. Esto se debe a su desarrollo emocional y su apego a los cuidadores. El llanto es su manera de expresar incomodidad ante lo nuevo y desconocido. Imagine a su hijo entrando en una sala llena de niños y adultos desconocidos; para él, puede ser una experiencia abrumadora, y su reacción más natural es llorar.
Además, la falta de seguridad en el nuevo ambiente escolar puede provocar que el niño llore, especialmente si no se siente cómodo o no conoce a otros niños. La adaptación a la escuela es un proceso, y entender las razones detrás del llanto es el primer paso para ayudar a tu hijo a superarlo.
Factores que afectan la adaptación escolar
La adaptación de los niños a la escuela depende de varios factores. La personalidad del niño juega un papel importante: los niños extrovertidos pueden disfrutar más del entorno escolar, mientras que los introvertidos pueden sentirse abrumados por la cantidad de estímulos y personas nuevas. La seguridad emocional también es clave para que los niños puedan desarrollar relaciones positivas con sus compañeros y maestros, lo que facilita su adaptación.
Un entorno escolar estimulante y seguro promueve la exploración y el aprendizaje, lo que ayuda a los niños a adaptarse más rápidamente. La actitud positiva de los padres influye enormemente en la percepción del niño sobre la escuela; si los padres muestran entusiasmo y confianza, los niños tienden a sentirse más tranquilos y seguros.
Por último, la edad del niño también puede influir en la etapa de adaptación. Los más pequeños suelen tener más dificultades para separarse de sus padres y adaptarse a un nuevo entorno. Sin embargo, con el tiempo y el apoyo adecuado, la mayoría de los niños logran adaptarse y disfrutar de su experiencia escolar. Recordemos que cada niño es único y su proceso de adaptación puede variar. Por ello hablar de su experiencia con él o ella puede ser positivo. Así lo señala el experto de Novakid:
«Comparta con su hijo recuerdos de cuando usted iba al colegio: cuéntele anécdotas divertidas o momentos en los que cometió errores pero logró superarlos. Eso lo ayudará a sentirse acompañado.»
Estrategias para calmar a su hijo
Calmar a su hijo cuando llora al ir al colegio puede parecer una tarea difícil, pero con las estrategias adecuadas, puede ayudarle a sentirse más en calma y seguro. Aquí le presentamos algunas maneras efectivas para lograrlo, divididas en tres subsecciones:
Mantén una actitud positiva
El optimismo y la tranquilidad de los padres pueden influir significativamente en la forma en que los niños perciben la escuela. Si muestra confianza y entusiasmo respecto a la escuela, su hijo es más probable que se sienta seguro y animado. Por el contrario, si se muestras ansioso o molesto, esto puede aumentar la angustia del niño y elevar los niveles de cortisol. Es importante mantener una actitud positiva, incluso cuando las despedidas sean difíciles.
Evitar los enfados es crucial. La frustración por no poder calmar a su hijo puede llevar a enfados innecesarios que solo aumentarán su angustia. Recuerde que la paciencia y la comprensión son sus mejores aliados tal y como indica nuestro experto:
«Evite presionar a su hijo o alzarle la voz cuando más necesita comprensión. En esos momentos, el apoyo emocional es clave.»
Explique amablemente a su hijo que no puede quedarse en el salón, pero que estará allí al final del día. Esto le dará una sensación de seguridad y reducirá su ansiedad.
Además, preguntarle a su hijo qué necesita para ir feliz a la escuela puede ser muy beneficioso. Escuchar sus preocupaciones y ofrecerle soluciones puede ayudar a aumentar su confianza y hacer que se sienta más cómodo con la idea de ir a la escuela. Así lo señala el experto de Novakid:
«Hable todos los días con su hijo sobre lo que pasa en el colegio: pregúntele qué clase le gustó más, qué hizo en los descansos, con quién jugó o qué aprendió.»

Establece una rutina
Una rutina matutina bien estructurada puede ayudar a reducir la ansiedad en los niños antes de ir al colegio. Preparar la mochila la noche anterior y tener un horario de comidas similar al del colegio son cosas que pueden hacer que las mañanas sean menos caóticas y que los niños se sientan más organizados. Esto no solo ayuda al niño, sino que también facilita la vida de toda la familia.
Establecer horarios de sueño adecuados es otra parte crucial de la rutina. Ajustar gradualmente los horarios de sueño de los niños antes de que empiece la escuela puede ayudar a que se acostumbren a levantarse más temprano y estén más descansados para el día escolar. Un niño bien descansado es menos propenso a sentirse irritable o ansioso.
Incluir actividades agradables en la rutina matutina, como un desayuno en familia o un pequeño juego, puede hacer que el niño asocie la mañana con momentos positivos y reduzca su ansiedad antes de ir a la escuela. Recuerde que el objetivo es hacer que el proceso de ir al colegio sea lo más tranquilo y predecible posible.
Use objetos transicionales
Los objetos transicionales, como peluches o muñecos, pueden ofrecer a los niños un sentido de seguridad al separarse de sus padres. Estos objetos les recuerdan a casa y pueden proporcionar consuelo cuando el niño se siente triste o ansioso al separarse.
Preguntar a su hijo la noche anterior si quiere llevar un objeto transicional a la escuela puede ser una buena manera de prepararlo para el día siguiente. Estos objetos no solo ofrecen consuelo, sino que también pueden convertirse en un puente emocional entre el hogar y la escuela, ayudando al niño a sentirse más seguro en el nuevo entorno.
Algunos niños pueden necesitar un objeto transicional solo durante las primeras semanas de escuela, mientras que otros pueden necesitarlo por más tiempo. Lo importante es que el niño se sienta cómodo y seguro durante este periodo de adaptación.
Preparación previa al inicio del curso
Preparar a los niños antes del inicio del curso es clave para reducir su angustia y facilitar su adaptación. Algunas recomendaciones son:
- Establecer una rutina antes de ir al colegio para que el niño sepa que la escuela formará parte de su vida, lo que reduce la ansiedad.
- Preparar la mochila y la merienda la noche anterior.
- Llegar cinco minutos antes al colegio para que los primeros días sean menos estresantes.
Practicar separaciones graduales también es una estrategia efectiva. Esto ayuda al niño a entender que siempre volverá después de dejarlo en el colegio, lo que incrementa su sensación de seguridad. Puede empezar por dejarlo en casa de un amigo o familiar por cortos periodos y luego aumentar gradualmente la duración de la separación. Así lo confirma nuestro experto:
«Es fundamental que el niño sienta que sus padres están de su lado. Las conversaciones sinceras sobre cómo fue su día y compartir tiempo juntos fortalecen ese vínculo y lo hacen sentir seguro.»
Además, preparar una rutina de despedida puede ser muy útil. Este ritual puede incluir un beso, un abrazo y unas palabras de aliento. Los objetos transicionales, como peluches o muñecos, también pueden proporcionar confort y seguridad al niño durante la transición escolar. Estos pequeños gestos pueden hacer una gran diferencia en la adaptación de tu hijo a la escuela y al cuerpo emocional del niño.
Manejo de las despedidas
Las despedidas pueden ser uno de los momentos más difíciles del día escolar, tanto para los padres como para los niños. Es preferible realizar despedidas breves y positivas para ayudar a los niños a sentirse más seguros. Un beso rápido y un “te quiero” antes de marcharse pueden reforzar la confianza del niño.
Incluir un mensaje positivo en la despedida, como “¡Vas a tener un gran día!” o “Te veré pronto y me contarás todo lo que hiciste”, puede ayudar a reducir la ansiedad del niño. Practicar despedidas breves y afectuosas en casa también puede ser útil para que el niño se acostumbre a la separación.
Recuerde que la consistencia es clave. Mantener la misma rutina de despedida cada día ayudará a su hijo a saber qué esperar y a sentirse más seguro. Poco a poco, verá cómo las lágrimas se transforman en sonrisas y su hijo se adapta mejor a su nuevo entorno escolar.
Comunicación con profesores y escuela
La comunicación constante con los profesores es esencial para monitorizar el progreso de su hijo y abordar cualquier problema que pueda surgir en la escuela. Compartir información sobre el niño con el profesor puede mejorar su adaptación al entorno escolar. Por ejemplo, si tu hijo tiene alguna necesidad especial o si hay algo que le preocupe particularmente, es importante que los profesores lo sepan.
Un diálogo regular con los maestros y maestras también es crucial para asegurar el bienestar emocional y académico del niño. Esto puede incluir:
- Reuniones periódicas
- Correo electrónico
- Mensajes a través de redes sociales: el consejo y la información compartida entre padres y madres y profesores permite abordar de forma eficaz cualquier problema que pueda surgir.
Establecer una relación de confianza con los maestros no solo beneficiará a su hijo, sino que también facilitará la comunicación y colaboración en caso de que surjan dificultades. Recuerde que los profesores están allí para ayudar y apoyar a su hijo en su proceso de adaptación escolar.
Cuándo buscar ayuda profesional
A veces, a pesar de todos nuestros esfuerzos, el llanto y la ansiedad de un niño al ir al colegio pueden ser persistentes y preocupantes. Es importante buscar ayuda si el llanto de su hijo es excesivo y no se relaciona con necesidades básicas satisfechas. Los padres deben considerar la consulta profesional si el niño muestra irritabilidad extrema o llanto continuo.
Los cambios emocionales propios de la adolescencia también pueden impactar negativamente en la adaptación escolar. Si nota que su hijo tiene dificultades para adaptarse a la escuela y estas dificultades persisten, podría ser el momento de buscar la ayuda de un psicólogo infantil. La intervención temprana de un profesional puede ser crucial para abordar problemas de llanto persistente.
Los conflictos familiares y la sobreprotección también pueden dificultar la integración de un niño en el entorno escolar. Un profesional puede proporcionar estrategias y apoyo tanto para el niño como para la familia, ayudando a mejorar la situación y facilitando la adaptación escolar mediante terapia, especialmente si alguien necesita atención adicional.
10 consejos adicionales para padres
Aquí tiene diez consejos adicionales que pueden ayudarle a manejar la ansiedad y el llanto de su hijo al ir al colegio:
- Mantenga una comunicación abierta sobre los sentimientos del niño. Esto facilita que exprese sus preocupaciones y busque soluciones.
- Utilice historias sociales para ayudar al niño a visualizar situaciones positivas en la escuela y reducir el miedo.
- Celebre los logros del niño, por pequeños que sean, para reforzar su confianza y motivar su adaptación al colegio.
- Implemente un sistema de recompensas por asistir al colegio sin llorar para motivar al niño a adaptarse mejor.
- Establezca una rutina matutina que incluya actividades agradables para disminuir la ansiedad del niño antes de ir al colegio.
- Fomente la independencia del niño en casa para que se sienta más seguro en la escuela.
- Involucre a su hijo en actividades extracurriculares para que desarrolle habilidades sociales y se sienta más cómodo en entornos grupales.
- Hable con otros padres para obtener consejos y apoyo.
- Mantenga un ambiente hogareño tranquilo y seguro.
- Busque la ayuda de un psicólogo infantil si la ansiedad persiste.
Resumen
En resumen, ver a su hijo llorar al ir al colegio puede ser angustiante, pero es importante recordar que es una reacción normal ante un cambio significativo en su vida. Entender las razones detrás del llanto y los factores que afectan su adaptación escolar es el primer paso para ayudarle.
Las estrategias como mantener una actitud positiva, establecer una rutina y utilizar objetos transicionales pueden hacer una gran diferencia en cómo su hijo se adapta a la escuela. Además, la preparación previa al inicio del curso y el manejo adecuado de las despedidas son cruciales para reducir la ansiedad del niño.
Finalmente, la comunicación abierta con los profesores y, si es necesario, la búsqueda de ayuda profesional, son pasos importantes para asegurar el bienestar emocional y académico de su hijo. Con paciencia, comprensión y las estrategias adecuadas, puedes ayudar a su hijo a superar sus miedos y a disfrutar de su experiencia escolar.
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