- Puntos Clave
- Marie Curie, la pionera de la radiactividad
- Ada Lovelace, la primera programadora
- Rosalind Franklin y la estructura del ADN
- Lise Meitner, la madre de la fisión nuclear
- Jane Goodall y su defensa por los chimpancés
- María Teresa Ruiz, la astrónoma que mira las estrellas desde Chile
- Cecilia Hidalgo, la investigadora de las células y la vida
- Gloria Montenegro y la protección de las plantas nativas de Chile
- Andrea Ghez, una mirada al centro de la galaxia
- Marta Bunster, una pionera en bioinformática en Chile
- Eloísa Díaz, la primera médica chilena
- Diez mujeres, una huella incalculable
¿Sabías que muchas de las grandes innovaciones científicas de la historia fueron hechas por mujeres? Desde la medicina hasta la astronomía, las científicas han aportado ideas brillantes que cambiaron el mundo. En este artículo de Novakid te presentamos a 10 mujeres extraordinarias que todo niño y niña debería conocer. Sus historias no solo inspiran, sino que también muestran que la ciencia es para todos.
Puntos Clave
- Marie Curie fue la primera mujer en ganar un Premio Nobel y su trabajo en radiactividad revolucionó la medicina.
- Ada Lovelace es conocida como la primera programadora de la historia y predijo el potencial creativo de las computadoras más allá de los cálculos.
- Jane Goodall transformó nuestra comprensión de los chimpancés y es una defensora incansable de la conservación ambiental.
Marie Curie, la pionera de la radiactividad
Marie Curie es un nombre que resuena en la historia de la ciencia como pionera de la radiactividad. Fue la primera mujer en ganar un Premio Nobel y sigue siendo la única persona en haberlo recibido en dos disciplinas diferentes: Física y Química. Su descubrimiento de los elementos polonio y radio revolucionó tanto la medicina como la física, permitiendo avances cruciales en el tratamiento del cáncer. A pesar de enfrentar la prohibición de acceso a la universidad para mujeres en su Polonia natal, Curie no permitió que esto frenara su pasión por la ciencia.
La vida de Curie no solo es un testamento a su increíble tenacidad y brillantez, sino también un legado científico que continuó con su hija, Irène Curie-Joliot, quien también ganó un Premio Nobel.
Ada Lovelace, la primera programadora
Ada Lovelace es conocida como la primera programadora de la historia, un título que se ganó gracias a su trabajo con Charles Babbage en la máquina analítica. Educada por su padre, el famoso poeta Lord Byron, y tutelada por la científica Mary Somerville, Lovelace tuvo la oportunidad de desarrollarse en un ambiente intelectual privilegiado. Sus extensas notas sobre la máquina analítica incluían el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina, lo que la convierte en una pionera en el campo de la programación.
Lovelace no solo veía las computadoras como herramientas para cálculos matemáticos, sino que también predijo su potencial para la creación artística y otros usos más allá de la simple aritmética. Un lenguaje de programación moderno lleva su nombre, un testamento a su duradera influencia en el campo de la computación. Su visión y contribuciones continúan inspirando a programadores y científicos alrededor del mundo.
Rosalind Franklin y la estructura del ADN
Rosalind Franklin fue una científica cuyo trabajo en cristalografía de rayos X fue fundamental para el descubrimiento de la estructura del ADN. La famosa fotografía 51, tomada por Franklin y su estudiante, fue clave para que Watson y Crick desarrollaran el modelo de doble hélice del ADN. Aunque su contribución fue esencial, Franklin no fue mencionada en el discurso de aceptación del Premio Nobel que recibieron Watson y Crick.
La labor de Franklin permitió avances significativos en biología molecular y su habilidad para obtener imágenes detalladas del ADN sigue siendo un hito en la historia de la ciencia. Su historia es un recordatorio de la importancia de reconocer y valorar las contribuciones de las mujeres en la ciencia.

Lise Meitner, la madre de la fisión nuclear
Lise Meitner realizó una contribución significativa al descubrimiento de la fisión nuclear, un proceso que revolucionó la física y tuvo enormes implicaciones durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de su destacado trabajo, fue excluida del premio nobel de física que se otorgó a Otto Hahn por este descubrimiento. Meitner acuñó el término ‘fusión nuclear’ y ocupó el puesto de Directora del Departamento de Física en el Instituto Kaiser Wilhelm, destacándose en un campo predominantemente masculino.
Su vida también estuvo marcada por su huida del régimen nazi en 1938, lo que influyó tanto en su carrera profesional como en su vida personal. En honor a su trabajo, se nombró un elemento químico ‘meitnerio’ en su reconocimiento.
La historia de Meitner es un recordatorio de los obstáculos que muchas primeras mujeres científicas han tenido que superar para que sus contribuciones sean reconocidas.
Jane Goodall y su defensa por los chimpancés
Jane Goodall es mundialmente conocida por sus estudios pioneros sobre los chimpancés en el Parque Nacional Gombe Stream en Tanzania. Su investigación transformó nuestra comprensión del comportamiento de estos primates y resaltó sus similitudes con los humanos, incluyendo su capacidad para fabricar y usar herramientas.
Además de su trabajo de campo, Goodall ha sido una defensora incansable de la conservación y la participación de las comunidades locales en la protección del medio ambiente. Fundó el Instituto Jane Goodall, que promueve la investigación sobre la vida silvestre y la educación ambiental, subrayando la importancia del lugar de la conservación centrada en la comunidad.
Su dedicación de más de 60 años a la investigación de los chimpancés, a pesar de no tener inicialmente un título universitario, es un testamento a su pasión y compromiso con la ciencia y el ser humano, lo que refleja el prestigio de la universidad de cambridge y los datos que respaldan su trabajo.
María Teresa Ruiz, la astrónoma que mira las estrellas desde Chile
María Teresa Ruiz es una de las científicas más admiradas del país. Fue la primera mujer en recibir el Premio Nacional de Ciencias Exactas en Chile y también la primera presidenta de la Academia Chilena de Ciencias. Su pasión por el espacio la llevó a descubrir una enana café, un tipo de estrella muy difícil de ver.
María Teresa demuestra que las niñas también pueden ser astrónomas y explorar el universo. Su historia inspira a pequeños curiosos que sueñan con telescopios y galaxias lejanas.
Cecilia Hidalgo, la investigadora de las células y la vida
Cecilia Hidalgo es una bioquímica chilena reconocida a nivel mundial por sus estudios sobre cómo funcionan las células en nuestro cuerpo. En 2006 recibió el Premio Nacional de Ciencias Naturales, convirtiéndose en un ejemplo de esfuerzo y vocación.
Cecilia ha dedicado su carrera a la investigación científica y a defender el rol de las mujeres en el mundo académico. Su historia muestra que hacer preguntas, observar y experimentar puede cambiar el mundo.
Gloria Montenegro y la protección de las plantas nativas de Chile
Gloria Montenegro es una botánica y ecóloga apasionada por la naturaleza chilena. Fue una de las primeras mujeres en ganar el prestigioso Premio L’Oréal–UNESCO para Mujeres en la Ciencia. Ha trabajado durante décadas para proteger la biodiversidad y estudiar las plantas autóctonas de nuestro país.
Gracias a su trabajo, muchas especies han sido conservadas, y hoy es una gran inspiración para quienes quieren cuidar el planeta desde la ciencia.
Andrea Ghez, una mirada al centro de la galaxia
Aunque nació en Estados Unidos, Andrea Ghez tiene ascendencia chilena y es una de las astrónomas más destacadas del mundo. En 2020 recibió el Premio Nobel de Física por su investigación sobre el agujero negro supermasivo que se encuentra en el centro de nuestra galaxia.
Su trabajo demuestra que la curiosidad puede llevarte a descubrir los secretos más profundos del universo. Andrea es una inspiración para niñas y niños que sueñan con estudiar el espacio… ¡y hasta ganar un Nobel!
Marta Bunster, una pionera en bioinformática en Chile
Marta Bunster es una científica chilena pionera en la bioinformática, un área que combina biología y computación para entender cómo funcionan las proteínas y las células. Fue una de las primeras en aplicar modelos computacionales para resolver problemas biológicos en Chile.
Además, de su importante labor científica, ha formado generaciones de investigadores y ha trabajado para acercar la ciencia a jóvenes estudiantes. Su historia muestra que la ciencia no solo se hace en laboratorios, ¡también se programa!
Eloísa Díaz, la primera médica chilena
Eloísa Díaz fue la primera mujer en estudiar medicina en Chile y en toda América del Sur, graduándose en 1887. En una época en la que pocas mujeres accedían a la educación superior, rompió barreras y abrió camino para muchas otras.
Además de ejercer como doctora, trabajó en programas de salud escolar, impulsando campañas de vacunación, alimentación y educación en higiene para niños. Su legado no está solo en la medicina, sino también en el compromiso con el bienestar de la infancia.
Diez mujeres, una huella incalculable
A lo largo de este recorrido, hemos descubierto las historias inspiradoras de mujeres que rompieron barreras y cambiaron el curso de la ciencia. Todas ellas han dejado una huella indeleble en su campo de estudio, demostrando que la dedicación y la pasión pueden superar cualquier obstáculo.
Estas mujeres no solo contribuyeron con descubrimientos revolucionarios, sino que también abrieron puertas para futuras generaciones de científicas.¿Te gustaría descubrir más historias de mujeres inspiradoras y acercar la ciencia a los más pequeños? Visita el blog de Novakid y encuentra artículos educativos, actividades y recursos para despertar la curiosidad de niñas y niños por el mundo que los rodea.